Como parte del cuidado integral materno y fetal, los suplementos prenatales con micronutrientes deben considerarse como "primeros pasos efectivos en la disminución del riesgo de futuras enfermedades psiquiátricas y de otros tipos en los recién nacidos", concluyen los autores de una revisión sistemática de investigaciones relevantes.
"Este artículo es la única revisión exhaustiva de los principales suplementos de micronutrientes que afectan los desenlaces conductuales de los embarazos", dijo a Medscape Noticias Médicas el Dr. Robert Freedman, primer autor, del Departamento de Psiquiatría, en la University of Colorado School of Medicine,en Aurora, Estados Unidos.
"El periodo prenatal es una oportunidad única para la prevención segura y efectiva de problemas de desarrollo cerebral que se asocian a enfermedades mentales graves más tarde en la vida".
En la revisión de la literatura, el Dr. Freedman y sus colaboradores se enfocaron en 45 estudios que evaluaron los efectos de la administración de suplementos prenatales de micronutrientes sobre el desarrollo emocional infantil y la enfermedad mental posterior. Estos incluyeron cuatro estudios sobre ácido fólico, 17 sobre ácidos grasos omega-3, nueve sobre fosfatidilcolina y 15 sobre suplementos de vitaminas A y D.
Los principales hallazgos incluyen los siguientes:
El ácido fólico tiene beneficios para el desarrollo del cerebro fetal, y el comportamiento y la cognición posteriores del niño, pero no se ha demostrado específicamente que prevenga la esquizofrenia.
Los ácidos grasos omega-3 aumentan el riesgo de esquizofrenia posterior y aumentan modestamente los síntomas infantiles del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, pero también disminuyen sustancialmente el riesgo de nacimientos prematuros y sibilancias en la infancia.
Los suplementos de fosfatidilcolina se han estudiado prospectivamente y, en general, se ha encontrado que promueven el desarrollo del cerebro fetal y, por consiguiente, afectan el comportamiento de los niños.
Los niveles séricos elevados de vitaminas A y D parecen promover el desarrollo del cerebro y disminuir el riesgo de esquizofrenia, pero su toxicidad potencial limita su uso a las cantidades actualmente recomendadas.
Por lo anterior, se puede concluir que aunque los micronutrientes generan un beneficio en la paciente embarazada, un consumo excesivo puede conllevar a un riesgo en el feto.
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